lunes, 5 de noviembre de 2007

***

Es importante tener presente que estas influencias sociales, son vividas por los adolescentes de cada país, ciudad, comunidad de maneras particulares, con un consecuente grado de heterogeneidad por la diversidad y la multiculturalidad que deben ser leídas, más que desde las diferencias individuales subjetivas, desde la desigualdad social objetiva por la falta de equidad social, cultural, política, económica y geográfica.

Resulta indispensable reflexionar acerca de las necesidades vitales, emocionales y sociales de los adolescentes, y determinar si gran parte de estas, son satisfechas a través de esquemas provenientes del contacto humano directo o están influenciadas por estereotipos y actores poco humanos tomados de medios sumamente nocivos como la televisión comercializada, para poder distinguir si las conductas típicas de los jóvenes son producto de valores que emanan de las instituciones educativas, políticas, familiares o son el resultado de valores promovidos por los medios masivos de comunicación, que generalmente son propiedad de empresarios más interesados en la acumulación de capital financiero, a través de la difusión del consumismo, que en la formación personal de la audiencia. Dicho de otra manera, los valores introyectados desde la televisión y otros medios de comunicación masiva, son proyectados desde el mundo de los intereses adultos de la sociedad, que en general son intereses fundamentalmente políticos y/o económicos.
La auto imagen, la autoestima, las interacciones, la sexualidad, los estilos de vida, la percepción del mundo y muchos aspectos de la personalidad del adolescente se ven influenciados por los medios de comunicación y cada día los adolescentes están más expuestos a ellos. Por lo mismo, es importante analizar si el ambiente social que se le proporciona es apto para un desarrollo psicosocial creativo, productivo y humanitario que les estimule el amor a la vida y a sus semejantes, donde sus necesidades y expectativas sean satisfechas sin chocar con la estructura que les legó una sociedad que no les toma en cuenta.
Como hemos señalado, los adolescentes son producto de un aprendizaje socialmente condicionado a través de la cultura, sobre una base biológica, y sometido a las restricciones surgidas de los demás aspectos sociales, como la economía, la ideología, etc. Este aprendizaje configura el proceso de socialización, el cual tiene por objeto asegurar la conformidad del nuevo miembro de la sociedad con los patrones psicosociales y socioculturales contextuales.
Muchos de los valores y conductas adolescentes, no siempre se generan desde el segmento social adolescente, gran parte de ellos son gestados en el segmento adulto. De ahí que la hipótesis central de este trabajo plantea que los grupos familiar, educativo, político y en general las instituciones sociales en las que vive e interacciona el adolescente, son elementos esenciales para comprender su desarrollo psicosocial.

En tanto que el "mundo adolescente" es construido fundamentalmente más por los adultos que por los propios adolescentes por la simple razón de que son los adultos los que detentan exclusivamente el poder social necesario para constituir reglas y normas al poseer los recursos subjetivos, económicos y políticos para hacerlo así. Es el mundo adulto con sus normas y reglas convencionales que combate e intensifica las contradicciones del adolescente condicionadas por el descubrimiento de un nuevo cuerpo, la definición de su rol en la sociedad y su nueva identidad (Aberasturi, 1997) en lugar de hacerse cargo del proceso adolescente, de aceptarlo como un hecho normal, evitando todo intento de coartarlo o frenarlo. Al respecto, Winnicott (1975), plantea que no es cuestión de curar la crisis adolescente, ni de combatirla ni de acortarla, se trata de acompañarla, de utilizarla para que el adolescente obtenga el mayor provecho de ella y pueda continuar su desarrollo progresivo hacia la etapa adulta.

Paradójicamente se observa como lenta e inconscientemente la sociedad representada por el mundo adulto se convierte en un fantástico escultor de una gran cantidad de adolescentes desorientados, emergentes de los conflictos sociales, con dificultades para insertarse a su medio social, lo que hace que posterguen sus elecciones y su ingreso al mundo adulto.

No hay comentarios: